Tradiciones Manchegas

🐖 La matanza tradicional: el alma de nuestros embutidos manchegos
En La Mancha, como en tantos pueblos de España, la matanza del cerdo ha sido durante siglos mucho más que una actividad ganadera: ha sido una fiesta familiar, una necesidad alimentaria y un legado cultural. En Embutidos Castro, nos sentimos orgullosos de seguir elaborando nuestros productos con ese mismo respeto, cariño y saber hacer que aprendimos de nuestros abuelos.
❄️ Invierno, tiempo de matanza
La matanza tradicional se realizaba en los meses más fríos del año, normalmente entre noviembre y febrero. El frío era imprescindible para conservar bien la carne y garantizar una curación lenta y natural.
Era una cita ineludible en cada casa. La familia se reunía, se pedía ayuda a los vecinos, y durante varios días se trabajaba intensamente, pero también se compartía: comida, historias, risas y muchas veces, canciones.
🧄 Así se hacía la matanza tradicional en la mancha paso a paso
El cuidado del cerdo: Durante todo el año, el cerdo se alimentaba en casa, con sobras, cereales y productos del campo. No había prisa. La calidad empezaba ahí: en la crianza lenta y natural.
El sacrificio y despiece: Se hacía de forma artesanal, con un profundo respeto por el animal. Era un momento solemne, a menudo acompañado de rezos y tradiciones locales.
El aprovechamiento total: Como bien decían los mayores, “del cerdo se aprovecha todo”. Se elaboraban chorizos, morcillas, lomos, costillas adobadas, manteca, jamones… Y también platos calientes como la caldereta, el ajo de matanza o el asadillo.
La elaboración de embutidos caseros: Las recetas pasaban de generación en generación. Cada casa tenía su secreto: la cantidad exacta de pimentón, el punto de ajo, el tiempo de curación.
Los embutidos se colgaban en la despensa o en la cámara, y se curaban al aire, en silencio, durante semanas o meses.
👵 Una tradición con sabor a familia
La matanza tradicional en la mancha era un trabajo duro, sí, pero también un momento de unión. Las mujeres amasaban, embutían, cocinaban; los hombres troceaban, colgaban, preparaban los aliños.
Y los niños observaban, aprendían y, sin saberlo, heredaban una cultura gastronómica riquísima.
Hoy, aunque las matanzas en casa ya no se celebran como antes, en Embutidos Castro seguimos honrando ese legado. Cada vez que aliñamos una masa, cada vez que colgamos un chorizo, lo hacemos pensando en aquellas cocinas llenas de humo, cariño y tradición.
🌿 Del ayer al hoy: nuestra forma de hacer embutidos
Nuestros embutidos manchegos siguen naciendo de recetas familiares, de ingredientes naturales y de procesos artesanales.
Porque creemos que el sabor auténtico solo se consigue cuando se respeta el tiempo, la tierra y las raíces.
¿Tú también viviste alguna matanza en tu infancia? ¿Tienes recuerdos de ese aroma inconfundible en casa de tus abuelos?
Nos encantará leer tu historia en los comentarios.
👉 En Embutidos Castro, la tradición no se pierde. Se cura, se mima y se comparte.
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